La internet nos facilita la vida cada vez más verdaderamente. Cuando necesitamos, o simplemente deseamos, tener nuestro propio sitio web o blog, ya no es necesario partir desde cero.

Existe una gran cantidad de sitios en la web que hospedan o “alojan” los websites que deseamos crear, sin tener que preocuparnos de contratar diseñadores ni de, necesariamente, pagar un centavo por crear nuestro sitio o blog.

Un proveedor de hospedaje web, usualmente denominado “webhosting” proporciona, gratuita u honerosamente, espacio y conectividad dentro de uno de sus servidores web para que el cliente que, por supuesto, va a ser el “hospedado” ubique su sitio allí.

Los proveedores de hospedaje tienen la responsabilidad por el mantenimiento de los servidores que controlan. También son responsables por los respaldos (llamados backups) y de las actualizaciones del software de los servidores de alojamiento web.

Cuando hablamos de alojamiento pagado, debemos manifestar que la oferta en el web es bastante considerable.

Por ende, a la hora de escoger nuestro proveedor, debemos examinar cuidadosamente cual (o cuales) son las ofertas que mejor se acomodan a nuestras necesidades y al presupuesto.

Existe una amplia variedad de servicios de hosting.

El más básico de todos es el hosting de archivos en el que se pueden hospedar las páginas de un website y otros archivos vía FTP o una interfaz web.

Muchos proveedores de hosting ofrecen este servicio de manera gratuita.

Usualmente el alojamiento básico sólo suple las necesidades de websites o blogs personales.

Un sitio web más complejo necesita un servicio más avanzado que brinde soporte para base de datos y plataformas de desarrollo de aplicaciones (por ejemplo, Java y PHP). Estas les brindan la oportunidad a los clientes hospedados de instalar scripts para foros y formularios.

Ahora, para los sitios dedicados al comercio electrónico, se requiere de SSL.

El proveedor del hospedaje le puede proporcionar al cliente un panel de control para el manejo del servidor web, la instalación de los scripts, servicio de email y otros más.

El hosting gratuito es, en términos generales, muchísimo más limitado que el pago. Es así como, respecto del espacio y el tráfico, podemos encontrar que son bastante limitados.

Y todos sabemos que el tráfico es el “alma” a través de la cual se puede llegar a monetizar un sitio o blog.

El hosting compartido es aquel en el que un mismo servidor aloja a cientos de sitios de clientes diferentes. Aunque no es gratuito, esta modalidad de web hosting también tiene algunas restricciones, aunque no tantas como el gratuito.

El hosting dedicado es el más especializado, por decirlo de alguna manera. No tiene, por supuesto, ninguna restricción, a excepción de los asuntos legales de rigor o a temas que tengan que ver con contenidos para adultos.