El sistema DNS (Domain Name Server) es el sistema más importante para el funcionamiento de internet. Sin DNS’s no funcionarían los nombres de dominios que utilizamos comúnmente.
Cada computadora conectada a internet tiene una dirección “lógica” única, algo así como un número telefónico, a la que llamamos dirección IP. Las direcciones IP que se utilizan actualmente (versión 4) constan de cuatro secciones numéricas separadas por un punto. Una dirección IP típica luciría así: 151.120.134.89 (esto es solo un ejemplo).
Al ser muy difícil poder memorizar cientos de direcciones numéricas que visitamos a diario, se creó el sistema de redes que ahora conocemos como internet (World Wide Web), en el cual se inventó un método de “traducir” estas direcciones numéricas a direcciones textuales como www.ejemplo.com. Por alguna razón, que es materia de otro tipo de artículo, a los seres humanos se nos facilita mucho más aprender nombres y palabras que secuencias numéricas, por tanto hicieron su aparición los nombres de dominio. En el internet que conocemos en la actualidad la gente sabe acceder a www.google.com más no a 66.102.7.104 que es una de las direcciones IP utilizadas por Google.
En términos prácticos, el sistema DNS es el que nos permite traducir “www.google.com” o cualquier otro dominio textual, a su equivalente numérico.
El mapeo DNS a detalle
Cuando una persona escribe una dirección web en la barra de direcciones de su navegador, la computadora irá a buscar jerárquicamente por la traducción de dicha dirección en una dirección IP. Se dice jerárquicamente, ya que normalmente se comienza la búsqueda primero en los DNS’s raíz de internet (que son unos servidores que mantienen largas tablas de enrutamiento que hacen funcionar el corazón de este sistema) y una vez que haya encontrado el mapeo correcto la máquina irá a buscar la dirección concreta del equipo o “host” a los servidores DNS ligados al dominio en particular que estamos buscando.
Es por esta razón que cuando una persona va a “dirigir” su dominio a un servidor nuevo, se le pide que ingrese los servidores DNS que harán la función de direccionadores. Un ejemplo de esto es el siguiente:
- Contratamos el dominio “ejemplo.com” con un proveedor de registro de dominios
- Deseamos que “ejemplo.com” lleve directamente a nuestra página web que está localizada en la dirección IP 192.185.124.130
- Nuestro proveedor del servicio de Hospedaje Web dará de alta el dominio en el servidor.
- Nuestro proveedor del servicio de Hospedaje Web dará de alta el dominio en los servidores DNS que sean necesarios y nos proporcionará la dirección URL de estos servidores (al menos del servidor DNS primario y secundario, por ejemplo: ns1.servidoresseguros.com y ns2.servidoresseguros.com)
- Agregamos los servidores DNS primario y secundario a nuestro dominio directamente con nuestro proveedor de registro de dominios (ya sea por medio de algún panel de control o solicitándolo de otra forma)
En este ejemplo, hicimos lo siguiente:
1.- Registramos un nombre de dominio
2.- Dimos de alta el dominio en un servidor
3.- Dirigimos el dominio al servidor por medio de los servidores DNS primario y secundario.
¿Por qué tardan los cambios de servidores DNS en propagar?
Otra situación sumamente común es que cuando cambiamos el direccionamiento de un dominio de unos servidores DNS a otros, nuestro proveedor nos indica que la “propagación” puede tardar 24 a 72 horas (normalmente es mucho menos). ¿Esto qué significa?
Lo que sucede es que para no sobrecargar los servidores raíz de internet y disminuir el tráfico por consultas de “traducciones” DNS de nombres de dominio a direcciones IP, el sistema de DNS funciona de tal forma que se guardan registros temporales de ciertas traducciones populares, por ejemplo: si uno hace una consulta para buscar www.servidoresseguros.com, el sistema DNS de nuestro proveedor de acceso a internet nos devolverá la IP resultante de dicha consulta. Para hacer esa traducción muy probablemente tuvimos que consultar directamente a un servidor raíz de internet, sin embargo, si nosotros mismos volvemos a buscar esa dirección (o alguien que esté en la misma red o “vecindario” la busca) muy probablemente la traducción ya se encuentre guardada temporalmente en un servidor DNS de nuestro proveedor de acceso a internet, con lo que éste se ahorra el tener que ir a buscar dicha traducción directamente a los servidores raíz de internet.
El aspecto negativo de esto (por así llamarlo), es que si cambiamos en este momento el mapeo dominio/IP de www.servidoresseguros.com, mucha gente en el mundo que esté accediendo a nuestra página web tendrá un periodo de tiempo de algunas horas en las que probablemente accederá aún a la dirección IP anterior que estará guardada en los servidores DNS de su proveedor de acceso a internet (el término correcto es que tiene el mapeo guardado en “caché”). Este mapeo, ahora incorrecto, se corregirá automáticamente cuando el cambio se “propague” hasta los servidores DNS de dicho proveedor de acceso a internet, lo cual por el tamaño de internet puede tardar varias horas.